Las organizaciones emplean Lean Six Sigma para minimizar los desperdicios, elevar la calidad e incrementar la satisfacción de los clientes durante un proceso de producción.
Los desperdicios son uno de los principales agentes contaminantes del planeta y, a su vez, de la industria manufacturera. En el primer caso son los responsables de la generación de gases de efecto invernadero y CO2, mientras que en el segundo, representan pérdidas económicas importantes en las empresas, además de detrimento en la calidad de los productos manufacturados.
Actualmente existen soluciones capaces de mitigar los efectos de los desperdicios. En el medio ambiente está la reutilización y gestión adecuada de los desechos y en el ámbito industrial está el principio de Lean Six Sigma. En ambos casos estas iniciativas representan una oportunidad para mejorar y reducir el impacto negativo en los entornos intervenidos.
Si aún no conoces en qué consiste este concepto, en este artículo te explicamos sus fundamentos, características y aplicaciones en la industria para la mejoría de los procesos industriales.
La empresa de telefonía y soluciones tecnológicas, Motorola, fue la primera en aplicar el modelo Lean Six Sigma —a finales del siglo XX— en la fabricación de sus productos. Al emplear esta metodología fue posible medir el porcentaje de eficiencia en los procesos de manufactura en función de la cantidad de defectos identificados.
A menor porcentaje de errores mayor eficiencia y, por ende, satisfacción en los clientes. Por tanto, el objetivo de Lean Six Sigma se centra en hallar el origen de los defectos para el encuentro de soluciones, el aumento de la calidad en los productos y la reducción de costos de operación.
El fundamento entre Lean Manufacturing y Six Sigma es el mismo, pero el resultado a alcanzar es distinto. En ambos casos se coincide en que la minimización de residuos es fundamental para incrementar la productividad y minimizar costos.
Sin embargo, en Lean Manufacturing esto se logra al reducir los desperdicios al mínimo, mientras que en Six Sigma se basa en datos estadísticos para reducir los defectos posibles durante una línea de producción.
Cada metodología establece sus propios criterios para la resolución de problemas. En Lean Manufacturing se divide en cuatro etapas: Planificar, Hacer, Verificar, Actuar –que en síntesis se conocen como PDCA—; por su parte, Six Sigma plantea cinco momentos como parte del ciclo: Diseñar, Medir, Analizar, Mejorar y Controlar —también conocido como DMAIC—.
En este sentido podemos decir que un modelo no es excluyente del otro, sino son totalmente complementarios, ya que con su unión los alcances pueden ser mayores a los conseguidos por separado.
Las herramientas de Lean Six Sigma facilitan la resolución de problemas complejos desde mecanismos sencillos.
Además de ello se encuentran otras herramientas útiles de Lean Six Sigma para categorizar e identificar fácilmente una problemática, como diagramas de causa y efecto, histogramas y comparaciones.
Una vez identificadas las herramientas de Lean Six Sigma en un proceso de fabricación hay que considerar otros puntos que intervienen directamente en la manufactura.
El cliente es el punto de partida para la reducción de desperdicios. Su punto de vista puede indicarnos los productos que están fallando en aspectos de calidad y las posibles mejoras a llevar a cabo.
La plantilla laboral es fundamental para conseguir los efectos esperados. Dentro del personal es indispensable identificar si todos los colaboradores contribuyen positivamente o dificultan la productividad de la compañía. Cualquiera que sea el caso, habrá que ajustar para reducir los errores en el proceso.
En la actualidad ya existen sistemas automatizados capaces de ejecutar algunas o todas las etapas de Lean Six Sigma. De esta manera los costos se reducen aún más y la oportunidad de reducir los desechos se incrementa.
Algunas empresas, como Boltronic, cuentan con equipo automatizado especializado para proporcionar las mejoras esperadas durante tus procesos de fabricación. Dentro de los beneficios adicionales está la aceleración en los tiempos de entrega, el aumento en la fidelidad y satisfacción de los clientes.
Ahora que conoces todo acerca de Lean Six Sigma sólo queda que descubras por tu propia cuenta las ventajas que tiene consigo en los procesos productivos. Este modelo es una fórmula flexible que se adapta a las condiciones de cada industria y organización.
Acércate a nosotros y mejoremos tus procesos industriales