Descubre cómo funciona un plc e identifica su potencial en la industria 4.0 para la construcción de fábricas inteligentes.
Los países en desarrollo son conscientes del papel de la tecnología como herramienta de innovación en la industria. Y con usar tecnología no nos referimos al simple uso de computadoras o dispositivos móviles, sino a una transformación total en la que los procesos industriales sean dirigidos y potenciados por las máquinas inteligentes.
Pese a la evolución tecnológica a nivel global, aún son muchas las empresas que no cuentan con los elementos suficientes para convertirse en una fábrica totalmente inteligente. De acuerdo con una encuesta recabada por Intel, el 78 por ciento de los fabricantes encuestados sólo usan computadoras en sus operaciones, y sólo un 32 por ciento habló de cómo implementan robots en sus plantas.
Este es parte del espíritu de la Industria 4.0, un concepto que hace referencia a los sistemas de producción a partir de máquinas conectadas al Internet de las cosas (IoT), como los controles lógicos programables —mejor conocidos como PLC—.
Hoy en día los PLC son ampliamente utilizados y son parte sustancial en la automatización de procesos industriales. Si ya has escuchado de ellos pero aún no sabes exactamente cuál es su función, en este artículo te decimos cómo funciona un PLC y sus distintas aplicaciones.
El término PLC fue utilizado por primera vez en la industria automotriz a finales de la década de los 60, gracias a la empresa estadounidense General Motors. Su función reside en el almacenamiento de instrucciones para el control de máquinas mediante un ordenador computarizado.
Gracias a un PLC la maquinaria industrial responsable en la operación de una línea de producción puede accionar sin la necesidad de un sistema de cableado eléctrico, mejor conocido como relés.
Los réles son un sistema complejo que dificultaban la producción en línea, por lo que era necesario encontrar un mecanismo capaz de accionar por sí sólo. Los PLC facilitaron esta tarea y trajeron consigo múltiples beneficios en la industria manufacturera, como la reducción en los costos de mano de obra, mejora en el monitoreo de procesos e incremento en la productividad.
Una investigación de Statista arrojó que el mercado mundial de controles lógicos programables ascendió a 11 mil millones de dólares en 2020 y se espera que crezca a una tasa anual de más del 5 por ciento hasta 2026.
Lo anterior significa que para dicho año la industria de PLC tendrá un valor aproximado de 15 mil 500 millones de dólares. Por ende, la cantidad de fábricas inteligentes también se incrementará en favorecimiento de la Industria 4.0.
Para entender cómo funciona un PLC hay que echar un vistazo a su estructura. Un PLC se integra de cuatro componentes: el módulo CPU, la fuente de alimentación, el dispositivo de programación y los módulos de entrada y salida.
El módulo CPU es el cerebro en el que se almacenan las instrucciones de la maquinaria a operar. La fuente de alimentación es el suministro de energía responsable de poner en marcha al PLC. El dispositivo de programación es el decodificador de la información depositada en el módulo CPU, y los módulos de entrada y salida interpretan las señales enviadas al CPU para su decodificación.
Los componentes de un PLC varían de acuerdo a la marca y la función a desempeñar, por lo que te recomendamos asesorarte por expertos antes de adquirir uno.
Una vez explicadas las piezas de este sistema resulta más sencillo entender cómo funciona un PLC. El primer paso es la instalación de un programa de software en el módulo CPU, el cual será interpretado por el dispositivo de programación. Con esto, las entradas podrán recibir la información y enviar una respuesta a las salidas.
Los datos recibidos serán almacenados en el módulo CPU para la toma de decisiones del personal operativo.
La industria alimentaria requiere de potentes sistemas de enfriamiento para mantener los productos en buen estado. Con la instalación de un control lógico programable es posible controlar la temperatura de los alimentos de acuerdo con los niveles establecidos en el dispositivo de programación sin la necesidad del monitoreo humano permanente.
Los sistemas PLC se encuentran en casi todos los ámbitos de nuestra vida. Los aparatos electrodomésticos o las señales de tránsito requieren de sistemas PLC para funcionar automáticamente y completar sus ciclos de funcionamiento. Esto permite que operen sin la intervención de un ser humano y simplifican tareas que llevarían más tiempo de realizarse de forma manual.
La fabricación de vidrio implica un proceso complejo que se facilita con la implementación de sistemas PLC. La fusión, el modelado y el control de calidad son algunos pasos capaces de ser monitoreados y controlados gracias a la programación de controles lógicos programables. Este es un ejemplo notable de cómo funciona un PLC en la industria.
La automatización es una práctica fundamental en los procesos productivos de la actualidad y los PLC son un medio para lograrlo. Al entender cómo funciona un PLC podrás implementarlo en tus líneas de producción y disfrutar de los beneficios tecnológicos de la industria 4.0.
Los expertos en automatización industrial, como Boltronic, pueden ayudarte y guiar tus proyectos de manufactura a partir de la implementación de sistemas PLC. No te quedes fuera de la era de fabricación inteligente.