Los sistemas de automatización y control industrial son una solución para enfrentar los retos de producción en el mercado y sumar valor a las empresas.
Antes de la automatización el ser humano era el responsable de los procesos industriales de principio a fin, desde la planeación hasta la ejecución. La responsabilidad era mayor, así como la cantidad de tareas a resolver con el menor índice de errores posibles.
A pequeña escala la mano de obra puede favorecer ciertos procesos de manufactura, pero en un mundo globalizado esto resulta obsoleto e incluso desfavorecedor.
El crecimiento poblacional se traduce en mayor demanda de los sistemas productivos para la fabricación de productos de uso cotidiano, incapaces de satisfacer con los procedimientos tradicionales.
Un estudio de McKinsey & Company demostró que la aplicación de nuevas tecnologías en la logística industrial reduciría los tiempos de procesamiento entre un 16 y 28 por ciento, con lo cual se podría impulsar el comercio entre un 6 y 11 por ciento para el 2030.
Sin embargo, los sistemas de automatización y control pueden mejorar no sólo una parte del proceso sino varias de las funciones centrales que lo integran. A continuación te explicamos cuáles y de qué manera pueden hacerlo.
Los sistemas de automatización y control están conformados por componentes tecnológicos que regulan acciones de manera automática dentro de una planta de producción.
Imaginemos una cubeta a punto de ser llenada de agua mediante una manguera. Para accionar el flujo del líquido una persona necesita abrir la llave y monitorear el llenado hasta alcanzar el nivel deseado y evitar derrames.
En este caso el individuo es el encargado de llevar el control de la acción, ya que de otro modo la manguera seguiría abierta y el agua sería desperdiciada. Este es un ejemplo de sistema de control manual a partir de la intervención humana, que por su naturaleza está sujeto a errores y faltas de precisión.
Los procesos manuales siempre están exentos al error humano y en una cadena de producción industrial esto se traduce en pérdidas de recursos y calidad en los resultados finales.
Ahora bien, imaginemos que la cubeta se llenará con un sistema de automatización y control. El flujo de agua será controlado por un software programable o computador, en el que el operador únicamente intervendrá para calibrar los dispositivos y moderar valores determinantes en la manufactura, como la temperatura, velocidad, entre otros.
No todo es automatizable. Para saber cuáles procesos en los que se aplicarán sistemas de automatización y control hay que realizar una evaluación previa, en la que se determinen las acciones fundamentales de la empresa y la frecuencia de su realización.
Existen tareas más repetitivas que otras o que por su naturaleza aún dependen de la operación humana. La inversión innecesaria puede poner en riesgo los recursos de la organización y otros aspectos como la calidad o eficiencia en la entrega de resultados.
La implementación de sistemas de automatización y control implica cambios estructurales en las organizaciones, por lo que es importante considerar todos los aspectos que intervienen en los procesos durante el diseño del plan.
La planeación es el parámetro para establecer los objetivos a alcanzar y, una vez aplicado, es la pauta para saber si se están alcanzado las metas planteadas. Además, es una guía para conocer y elegir las herramientas tecnológicas, los sitios de implementación y la plantilla laboral requerida.
Los controles lógicos programables (PLC), los dispositivos electrónicos inteligentes (IED) y los controles de automatización programables son tan sólo algunas de las soluciones de automatización y control.
Para elegir lo que tu empresa necesita te sugerimos acercarte a un experto en automatización industrial, quien podrá ayudarte a seleccionar las herramientas adecuadas acorde a tus objetivos.
En la actualidad son muchas las empresas inversoras en sistemas de automatización y control, pero sólo un pequeño porcentaje aprovecha sus beneficios. De acuerdo con McKinsey & Company menos del 10 por ciento de los sistemas de control están activados u optimizados.
El mismo estudio indica que los directivos que aplican efectivamente los sistemas de automatización y control obtienen ganancias sistemáticas, con un aumento hasta del 15 por ciento.
Una plantilla laboral preparada y con conocimiento de las nuevas herramientas tecnológicas es fundamental para alcanzar el máximo potencial de los sistemas de automatización y control. El mantenimiento y la optimización constante también son indispensables para cumplir los objetivos deseados.
La minería hace uso de los sistemas de automatización y control para procesar la mezcla de minerales. La molienda, transportación y dosificación de líquidos son algunas de las tareas programables mediante esta solución tecnológica, gracias a la cual se reduce tiempo y garantiza la seguridad de los trabajadores.
La industria textil todavía depende de muchos procedimientos manuales para la confección de ropa —como el diseño y la confección— sin embargo, hay otros que se han visto favorecidos con la aplicación de sistemas de automatización y control.
Las lavadoras y secadoras industriales son muy utilizadas en la industria y para funcionar automáticamente requieren de controles lógicos programables (PLC). Gracias a ello se minimizan los tiempos de lavado y favorecen la producción total de la empresa.
El sector automotriz es uno de los principales usuarios de sistemas de automatización y control. Durante las líneas de producción automotriz esta tecnología ha resultado fundamental para las fases de montaje y pintura, con lo que se acelera la productividad y calidad de manufactura de los automóviles.
Los sistemas de automatización y control industrial son excelentes aliados para alcanzar los niveles de productividad y rendimiento esperados. Si aún desconoces de las soluciones tecnológicas existentes te recomendamos acercarte a un especialista en automatización industrial.
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