Transforma tus procesos industriales con líneas de producción automatizadas.
La tecnología ha sobrepasado al ser humano. Esta frase era una utopía del pasado, sin embargo hoy es una realidad. La Revolución Industrial sentó las primeras bases de la maquinaria industrial que conocemos hasta nuestros días y llegaría para evolucionar.
De ahí el origen de las líneas de producción, un sistema comúnmente utilizado en el sector industrial para la fabricación de productos en todos sus tipos, especialmente en la Industria 4.0.
Las grandes empresas saben que para aumentar su capacidad de producción deben valerse de soluciones tecnológicas innovadoras, tales como la automatización. Un estudio de Mckinsey Global Institute reveló que alrededor del 14 por ciento de la fuerza laboral global necesitará cambiar de ocupación para evitar la obsolescencia.
Este desplazamiento laboral implica la adopción de nuevas tecnologías, entre ellas las líneas de producción automatizadas en las fábricas industriales. A continuación te explicamos qué son, los distintos tipos y sus ventajas al implementarse en los procesos industriales.
Puede ser dividida en fases, etapas o estaciones regidas bajo un mismo equipo mecánico, electrónico o digital. Esto varía de acuerdo al tipo de industria, los productos fabricados y recursos a disponibilidad.
En el pasado las líneas de producción utilizaban procesos manuales en los que intervenía una gran cantidad de personal humano para completar las tareas. Pero con la llegada de las líneas de producción automatizadas se comprobó que la intervención de la maquinaria facilita las labores industriales, incrementa la productividad y disminuyen los riesgos para el personal a cargo.
El primer paso para definir una línea de producción es la elaboración de un análisis en los procesos en los que puede resultar conveniente la utilización de esta tecnología. Algunos de los elementos a considerar son el volumen de producción, el tiempo de entrega, las características de cada producto y los tipos de sistemas de producción.
Una vez analizadas las necesidades a cubrir con la línea de producción automatizada es momento de incorporar la maquinaria que lo hará posible. Para ello habrá que verificar las condiciones de infraestructura y el personal operativo que intervendrá en el proceso.
La integración en una línea de producción automatizada es la interacción del personal operativo con la maquinaria adquirida. Es indispensable asegurarse que el personal cuente con la capacidad para manejar y llevar a cabo las nuevas funciones asignadas.
Ahora explicamos los tres tipos de automatización existentes en función de los procesos de producción utilizados.
Como su nombre lo indica, la automatización fija limita las acciones de la maquinaria a un solo modo de configuración. Es decir, el equipo no puede ser personalizado durante un proceso de fabricación.
Esta opción es viable para la creación de productos de un mismo tipo en gran volumen, en los que no sea necesaria la modificación durante la producción.
A diferencia de la automatización fija, la automatización programable permite programar la maquinaria para ejecutar secuencias en las que se requieran variaciones en el diseño del producto.
Por tal motivo, es recomendable para producciones en lote o sistemas de producción en los que no se requiera la manufactura de objetos idénticos.
La automatización flexible es una mezcla entre las dos anteriores. Su tecnología hace posible la personalización de la cadena de producción, ya sea para productos con una o varias características a modificar.
Además se pueden fabricar distintos productos simultáneamente. De este modo se evita la pérdida de tiempo en los cambios de configuración en la maquinaria.
La implementación de líneas de producción automatizadas reduce significativamente los costos de producción, al no requerir la contratación de un numeroso equipo de trabajadores durante los procesos.
La maquinaria se encargará de sustituir la mano de obra del personal, de manera que el capital humano pueda focalizar su atención en otras tareas de importancia.
La mano de obra manual requiere de acciones riesgosas para el personal, como la carga de objetos pesados, el corte de materiales y la interacción con sustancias químicas peligrosas. Así pues, el uso de maquinaria automatizada contribuye a la seguridad e integridad física de los trabajadores.
Las líneas de producción tienen un flujo de trabajo estable una vez programadas, con la capacidad de permanecer en funcionamiento sin la supervisión de un operador.
También, tienen la opción para repetir las acciones tantas veces sea necesario, lo cual podría tomar demasiado tiempo al realizarse de forma manual.
El aumento en la productividad es uno de los beneficios más destacados de una línea de producción automatizada, debido al incremento en la fabricación de productos en menor tiempo.
Los resultados tienen impacto directo en la economía de las empresas gracias al retorno de inversión casi inmediato.
La calidad es uno de los aspectos más importantes durante una línea de producción, ya que asegura la satisfacción de los clientes al adquirir los productos.
La tecnología de esta maquinaria aumenta la precisión de los procesos y como consecuencia la calidad de los mismos.
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