Estrategias de producción para la industria

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Las estrategias de producción pueden ser combinadas sin importar su enfoque, para aumentar la capacidad de fabricación de tu planta industrial.

En los negocios, como en el deporte y en muchos otros ámbitos de la vida, la estrategia es una parte fundamental de la planeación. Se trata del proceso de pensar en las mejores formas de llegar al objetivo que se haya planteado, aprovechando los recursos con que se cuenta. 

La estrategia, a diferencia de la táctica, incorpora una serie de pasos a seguir, por lo que no se trata de algo con un impacto inmediato, sino de un plan que busca ser lo más integral posible, de manera que visualice incluso varias rutas para llegar a los objetivos, en caso de que falle alguna de ellas, o de que las circunstancias cambien de forma intempestiva. 

Así mismo, en la gestión de una planta industrial es indispensable contar con estrategias de producción que te permitan obtener el mejor provecho de tus recursos para maximizar la eficiencia de la fábrica y mejorar la rentabilidad del negocio.

 

Estrategias de producción, ¿qué son y cuál es su importancia?

Las estrategias de producción son previsiones que forman parte de las acciones emprendidas por la dirección operativa de la planta con el fin de reducir las pérdidas, optimizar el tiempo y eficientar la utilización de los recursos materiales, económicos y humanos, para tener una empresa más productiva y por ende, aumentar las utilidades del negocio. 

De esta manera, las estrategias de producción son parte fundamental de la gestión de una fábrica. Cabe señalar que, aunque las tácticas y manuales estratégicos han existido desde el siglo XIX, no fue hasta la década de 1970, que las industrias comenzaron a utilizar este concepto como básico en la administración directiva, en aquellos años fue adoptado junto con la implementación de los primeros sistemas ERP, que permitieron revolucionar el rendimiento de los recursos. 

Todas las empresas manufactureras son distintas, condicionadas por las peculiaridades de cada industria, nicho de mercado y una serie de factores internos. Es por ello que las estrategias de producción, aunque pueden parecer similares, varían según el enfoque y el método que utiliza la compañía para fabricar.

 

Estrategias enfocadas en el producto

Uno de los principales tipos de estrategias de producción es la enfocada en el producto, para desarrollarla, se debe tener un amplio conocimiento sobre el consumidor final, sus necesidades, fricciones y lo que espera de la pieza a producir, pero además, debe considerarse la cantidad que la empresa desea fabricar, según el tiempo con que se cuente. 

De esta manera, la estrategia va encaminada a cumplir con todos los estándares de calidad que el cliente requiere en el producto. Para ello, los procesos operativos deberán ajustarse, de manera que no sólo funjan como métodos de producción a gran escala, sino cómo rutas estandarizadas para fabricar los mejores productos en las fechas estipuladas por la planeación.

 

Estrategias enfocadas en el proceso

También llamadas estrategias de sistema de flujo, son aquellas que se enfocan en optimizar los procesos operativos que se llevan a cabo en una planta industrial, de manera que la producción se realice de la forma más rápida y eficiente posible.

En esta categoría se engloban varias de las estrategias más utilizadas, ya que se sigue el principio básico de una industria, que es producir piezas a gran escala, en periodos cortos. 

Sin embargo, no se trata de rivalizar a las estrategias según sus enfoques, por el contrario, ambas son compatibles entre sí, con el afán de encontrar un balance. 

 

Estrategias usadas en la producción industrial

El uso de las estrategias de producción permite a los fabricantes lograr la máxima eficiencia en la fabricación de bienes destinados a la venta. Los procesos de producción de fabricación se pueden clasificar en términos generales en tres tipos principales: 

  • Fabricación contra stock (MTS)
  • Fabricación sobre pedido (MTO)
  • Fabricación para ensamblar (MTA)

Estas estrategias de producción ofrecen diferentes enfoques para manejar el control de inventario, los gastos generales, la personalización y la velocidad de producción, al tiempo que brindan varios niveles de ahorro en los costos de mano de obra.

 

Fabricación contra stock o Made to Stock (MTS)

La MTS (por sus siglas en inglés) es una de las estrategias de producción más convencionales que se basa en fabricar un producto con el objetivo de tener suficiente inventario para satisfacer las demandas predecibles del mercado, establecidas principalmente según la época del año. 

Por ejemplo, la fabricación de juguetes aumenta durante los meses de septiembre y octubre, de forma que los productos sean almacenados y distribuidos durante noviembre, para que en diciembre estén listos para ser vendidos. 

Sin embargo, la estrategia de fabricar para stock puede resultar contraproducente en situaciones en las que es difícil predecir los patrones de demanda. Además, de que es una situación vulnerable a los cambios súbitos en el mercado, como los experimentados durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19.

 

Fabricación sobre pedido o Make to order (MTO)

Esta estrategia representa uno de los modelos de negocio más antiguos en la producción, en el cual se espera a tener un pedido para iniciar su fabricación, por lo que su periodicidad suele ser muy variable, dependiendo de la cantidad de clientes, así como de la temporada u otros factores externos. 

La MTO no solo facilita mucho a los fabricantes el control de sus inventarios, sino que también frena su dependencia excesiva de la demanda del mercado. Es utilizada principalmente por fabricantes que ofrecen diversos niveles de personalización en sus productos. 

El inconveniente más notable de la estrategia MTO es que el fabricante necesita una secuencia constante de pedidos para mantener en funcionamiento las instalaciones de fabricación. Además, desde la perspectiva del cliente, los tiempos de espera son significativamente más largos.

 

Fabricación para ensamblar o Make to Assemble (MTA)

La estrategia de fabricación para ensamblar implica la producción de componentes antes de las órdenes de trabajo, de manera que se reduzcan los tiempos muertos. 

La MTA se puede considerar como una combinación de las estrategias vistas anteriormente, ya que los fabricantes normalmente almacenan piezas de componentes en función de las predicciones de la demanda y solo las ensamblan después de que los clientes hagan sus pedidos. 

Tal estrategia le permite al fabricante personalizar productos de manera rápida y eficiente en función de la demanda del cliente. Sin embargo, el fabricante está expuesto a generar un sobreinventario de componentes  si los pedidos de los clientes no se materializan.

 

¿Cómo elegir el tipo de estrategia de producción?

Ahora que conoces los diferentes tipos de estrategia de producción, ¿cuál deberías implementar? Para responder esto necesitas tomar en cuenta la variabilidad, volumen y tiempo de fabricación considerando:

  • Configuración del artículo
  • Tiempos entre los ciclos de producción
  • Costo de producto e inventario
  • Requerimientos del cliente
  • Capacidad de la maquinaria
  • Etc. 

No se trata de favorecer una estrategia en detrimento de otra, ya que en ocasiones varios tipos coexisten dentro de la misma empresa, e incluso, en la misma línea de producción.

Recuerda que antes de tomar alguna decisión es necesario que te asesores con un experto en el tema para asegurar que tus objetivos de producción se cumplan. 

En Boltronic no solo creamos maquinaria industrial de acuerdo a tus especificaciones, además, ofrecemos servicio técnico especializado para orientarte desde la planeación hasta la puesta en marcha de tus procesos industriales.

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