Te presentamos los diversos tipos de sistemas de producción que son efectivos en la actualidad.
Actualmente, cuando las tendencias de los mercados están cambiando de forma constante y a veces incierta, toda empresa que pertenezca a la industria de la transformación necesita más que nunca implementar sistemas de producción que le permitan cumplir con los pedidos, abastecer las necesidades de sus clientes y, en general, competir de forma efectiva.
Si no estás seguro de contar con los mejores métodos para sacar el máximo provecho de tus recursos materiales y humanos, o si te gustaría optimizar el funcionamiento de tu planta industrial para obtener un negocio más rentable, en este artículo te presentamos los principales tipos de sistemas de producción.
Cuando hablamos de este concepto nos referimos a procesos compuestos por diversas etapas y tareas que consisten en transformar, de manera sistemática y organizada, grandes cantidades de materiales en productos que cumplan los estándares de calidad previamente establecidos por el cliente o el mercado, sin perder el objetivo para el cuál es fabricado.
De tal forma que en un sistema de producción interaccionan tus recursos materiales, como la maquinaria, materia prima y consumibles, con los recursos humanos para generar una combinación exitosa, es decir, se trata de un procedimiento metódico que debe ser efectivo y escalable.
La vida industrial de hoy es el resultado de siglos de evolución tanto económica, científica, administrativa y técnica. Varios son los sistemas de producción que han sido adoptados por el ser humano desde la antigüedad, algunos de ellos quedaron obsoletos, dando paso a nuevas técnicas, otros se reformaron con el paso del tiempo y algunos otros siguen siendo efectivos hasta nuestros días.
Sin importar la tecnología que se utilice para fabricar cualquier producto, existen cuatro principales tipos de sistemas de producción que son los más utilizados por las diversas industrias en todo el mundo.
También conocido como bajo pedido, este sistema de producción se encarga de cumplir las necesidades personalizadas para un cliente, por lo que implica un desafío mayúsculo en la planeación de los procesos necesarios para que realmente resulte una ejecución exitosa y rentable.
Dentro de las misiones que enfrentan las fábricas que manejan estos sistemas se encuentran:
Para cumplir con estas encomiendas, recomendamos el uso de un ERP capaz de garantizar la correcta planificación de todos los aspectos de la producción, así como sistemas de automatización que te ayuden a controlar efectivamente los procesos.
Generalmente, las empresas no utilizan únicamente este esquema, ya que depende totalmente de factores externos, como la oferta y la demanda, u otras condiciones, por lo que depender exclusivamente de esto sería difícil de costear.
Se trata de un formato que permite a la compañía producir de forma intermitente, dividiendo la producción en diversas cantidades, según sea el tamaño del lote.
Una de las peculiaridades de este sistema de producción es que basa su acción en el trabajo sobre un mismo modelo, de hecho, durante el siglo XIX fue el método más utilizado por las grandes industrias en todo el mundo.
Este es un método que implica una intensiva mano de obra, haciendo uso de modelos o plantillas para estandarizar la producción. La frecuencia del trabajo depende de varios factores, que pueden ser tanto externos como internos.
Luego de que Henry Ford marcará tendencia durante los primeros años del siglo XX, este fue el sistema de producción más utilizado en todo el mundo durante al menos 70 años y sigue siendo altamente funcional en muchas ensambladoras automotrices y otras industrias.
Su éxito se basa en establecer una línea de producción que nunca se detiene, por lo que los tiempos de fabricación son realmente efectivos y más reducidos. Para que su funcionamiento sea óptimo se requiere de obreros altamente especializados en pocas tareas específicas, ya que sólo se enfocarán en una sola etapa de la línea, dando pie a las actividades.
Este esquema se caracteriza por ser capaz de producir a gran escala en tiempo extremadamente corto, siendo una excelente opción para plantas que requieren un flujo constante.
Luego de la revolución industrial, las fábricas encontraron la forma de extender el tiempo de trabajo de las máquinas para aumentar el rendimiento de los recursos, tanto materiales como humanos y producir enormes cantidades de piezas idénticas.
Este sistema garantiza una reducción en los costos de producción con relación a los métodos anteriores, privilegiando la eficiencia de la planta. Desde su aparición, ha permitido que las plantas industriales multipliquen su trabajo en la misma cantidad de tiempo.
Sin embargo, para que funcione de forma correcta, es necesario implementar sistemas de automatización que ayuden a gestionar todos los procesos, agilizando tareas como la planeación de programas de mantenimiento preventivo.
No se trata de crear una competencia entre los diferentes tipos de sistemas de producción, ya que todos los que aquí te presentamos son totalmente funcionales en la actualidad siempre y cuando sean aplicados en las condiciones que garanticen el aprovechamiento de sus beneficios.
Por ejemplo, si tu planta se encarga de fabricar piezas mecánicas bajo pedido, no tendría sentido implementar un esquema de producción lineal, ya que no se trata de elaboración permanente sino de crear piezas idénticas siguiendo un mismo patrón. En este caso convendría un sistema por lote o por proyecto, dependiendo de las características y cantidad del trabajo.
En el ámbito de las industrias, los beneficios de la automatización industrial son prácticamente ilimitados. Esto se debe, principalmente, a que al automatizar un proceso, es posible aumentar significativamente el rendimiento general.
Existen varios tipos de automatización con el fin de cumplir los diferentes requisitos y demandas del mercado, dicho esto, podemos identificar 3 tipos de automatización:
Este tipo de automatización se caracteriza por la rigidez de la configuración de los equipos, es decir, una vez creada una configuración, no es posible cambiarla posteriormente sin realizar un nuevo proyecto. No obstante la relativa rigidez, los beneficios en términos de eficiencia, reducción en el costo por unidad y tasa de producción son significativos.
La automatización fija es adecuada para los sistemas de producción en masa y los sistemas de producción continua ya que se realizan operaciones repetitivas y definidas con el objetivo de obtener altas tasas de producción. Propias de la automatización fija son las líneas de ensamblaje automotriz y los procesos de destilación de bebidas, por mencionar algunos.
En cuanto a los procesos de producción que requieren una variedad de productos se recomienda la automatización programable.
Este tipo de automatización facilita la alternancia en la producción de diferentes productos, ya que con cada producto específico definido en el sistema de planta basta con seleccionar un programa diferente en el controlador para que un nuevo producto pueda empezar a fabricarse. Cabe destacar que se requiere una buena planificación de producción debido a que el tiempo dedicado a reconfigurar la programación para un nuevo producto es significativo.
La automatización programable es óptima para los procesos de producción por lotes, donde el volumen de producción es medio-alto.
La automatización flexible es un nuevo sistema de automatización, un tipo de extensión de la automatización programable, ya que a diferencia de la flexible esta tiene una mayor capacidad para ajustar los programas y elementos físicos de fabricación sin perder productividad.
Este tipo de automatización proporciona un control automático que ofrece una gran flexibilidad para las modificaciones de los productos, estos cambios se realizan con relativa facilidad a través de comandos proporcionados por código a los operadores.
La automatización flexible es capaz de generar cierta variedad de productos sin pérdidas significativas de tiempo de producción por diversos ajustes. Este sistema de automatización se recomienda cuando se requiere una amplia variedad de productos con escalas de producción baja a media.
Para garantizar la correcta puesta en marcha de un método de producción industrial, y el tipo de automatización que conlleva, es necesario comprender todos los factores físicos y cognitivos antes de invertir e implementar un nuevo sistema de producción.
Esto se puede realizar al evaluar, medir y analizar las necesidades de producción y automatización. En Boltronic, nuestros especialistas están listos para ofrecerte una consultoría y ofrecerte las soluciones de automatización del análisis de la estructura operativa y procesos industriales. Si te interesa conocer más al respecto, contáctanos.